Día Mundial del Ictus

Con motivo del Día Mundial del Ictus nuestro propósito es sumarnos a la campaña de prevención y concienciar sobre las graves consecuencias de esta patología que es la tercera causa de muerte en el mundo occidental.

El ictus es una enfermedad cerebrovascular aguda que daña a los vasos sanguíneos que llevan la sangre al cerebro. También se le denomina Accidente Cerebro Vascular (AVC). Un ictus se produce cuando un vaso sanguíneo que lleva la sangre al cerebro se rompe o es taponado por un coágulo. A causa de esta ruptura u osbtáculo parte del cerebro no obtiene el flujo necesario. Por consiguiente a las células nerviosas de la zona del cerebro dañada no les llega oxígeno, como consecuencia las neuronas trascurridos unos minutos mueren quedando dañadas funciones como el habla, el lenguaje, la memoria, el movimiento, etc.

La actuación precoz ante un ictus es fundamental para poder salvar vidas, minimizar o eliminar las secuelas que puede provocar.

Los signos y síntomas de un ictus aparecen de manera brusca, es importante conocerlos para poder actuar con precocidad. La atención urgente por parte del equipo médico es imprescindible además, de salvar la vida, las secuelas posteriores pueden ser menos graves.

En la imagen se pueden observar los síntomas de un Ictus o Accidente Cerebro Vascular.

Una de las causas de daño cerebral adquirido que puede conducir a pérdidas importantes en la autonomía de la persona son los ictus lo que conlleva cambios en la vida diaria, y en  la situación de la familia. Las severidad y las secuelas que pueden quedar después de un ictus son muy variables, desde la recuperación total hasta quedarse en estado vegetativo.

Si el ictus afecta a la zona izquierda del cerebro. Se pueden encontrar algunos de estos síntomas:

  • Parálisis del lado derecho del cuerpo.
  • Parálisis del lado izquierdo de la cara.
  • Dificultad del habla o del lenguaje.
  • Pérdida de la memoria.
  • Actitud lenta.

Si el ictus afecta a la zona derecha del cerebro se pueden encontrar algunos de estos síntomas:

  • Parálisis del lado izquierdo del cuerpo.
  • Dificultad en la visión.
  • Pérdida de memoria.
  • Actitud agitada.

Muchos de los factores que pueden provocar un ictus se pueden prevenir llevando una vida saludable.

Qué se puede esperar después de un ictus.

Es importante intentar entender cómo puede llegar a sentirse una persona que por un ictus ha perdido el lenguaje, la capacidad para comunicarse, no encuentra las palabras para nombrar las cosas, o para comunicar lo que desea, y si las encuentra es con un gran esfuerzo y en muchas ocasiones no es la palabra exacta. Siendo consciente de lo que le pasa.

En otras ocasiones el paciente tiene un lenguaje fluido, se inventa las palabras, se enfada porque no se comprende lo que está diciendo. No es consciente de su dificultad.

La pérdida del lenguaje a consecuencia de un daño cerebral adquirido como puede ser por un ictus se le denomina afasia.

Pero no solo se ve afectado el lenguaje en su forma expresiva, también puede estar afectado en mayor o en menor media, la comprensión, la lectura (alexia) , la escritura (agrafia), puede que exista  una dificultad para realixar los movimientos necesarios para hablar y comer con los labios  y la lengua (apraxia oro-lingual) o que no puede realizar acciones que requieren una secuenciación (apraxia ideatoria e idiomotriz)

Si la lesión es en la zona frontal el paciente puede mostrar conducta desinhibida, es decir, no tener un comportamiento adecuado.

El abanico de secuelas es tan diverso que puede quedar afectada el habla (disartria), teniendo la persona  dificultad para hablar de forma inteligible, o puede afectar al proceso de deglución (disfagia), por lo que el paciente va tener dificultad para comer de manera segura, pudiendo existir atragantamiento, tos durante la comida, aspiraciones, neumonías que agravan la recuperación del paciente. En estos casos la dinámica familiar también se ve afectada.

El tratamiento dependerá de las incapacidades que le hayan quedado al paciente. El abordaje suele ser multidisciplinario. El logopeda es el especialista en rehabilitar las alteraciones del lenguaje, del habla, de la voz y de la deglución.

En próximos artículos os dejaremos consejos para saber qué hacer y cómo ayudar a un familiar que ha perdido el lenguaje.