¿Por qué habla mal mi hijo?

¿Tendrá dislalia?

Muchos papás están preocupados a causa de que sus hijos hablan mal, no saben qué hacer, dudan de si deberían o no buscar ayuda de un profesional.

Saber qué es lo normal y qué no lo es en el desarrollo del habla puede ayudarles a conocer si deberían de preocuparse y pedir ayuda a un logopeda, o si su niño está evolucionando dentro de los parámetros de la normalidad.

Es importante solicitar ayuda de un logopeda, ya que los problemas de articulación no sólo afectan al habla sino también al desarrollo del lenguaje y a la adaptación del niño con su medio social.

¿Qué deben saber los papás sobre el desarrollo del lenguaje de sus niños para poderlos  ayudar a  hablar mejor?

Los niños cuando están aprendiendo a hablar es normal que cometan errores de pronunciación.

Durante el proceso de evolución del lenguaje los niños, pasan por una fase de dislalia evolutiva que se corrige sola,  sin necesidad de intervención, pues los órganos del habla son todavia imprecisos. De los tres a los cuatro años de edad no todos los errores del habla que comete el niño se pueden considerarse dislalia, incluso algunos sonidos como la /rr/ no se articulan correctamente hasta aproximadamente la edad de seis años.

Es importante decir que en este caso nos referimos exclusivamente a la dislalia, no a otras alteraciones del habla que pueden tener su origen en otras causas.

La dislalia se define como un trastorno de la articulación de los fonemas por alteraciones funcionales de los órganos periféricos del habla (labios, lengua, velo del paladar). Es una incapacidad para pronunciar adecuadamente ciertos fonemas o grupo de fonemas.

La dislalia es una alteración del habla muy frecuente, sobre todo en la edad infantil. Tiene un pronóstico favorable. No obstante, si no se realiza un tratamiento precoz logopédico, puede traer consecuencias negativas, por la relación directa que establece sobre la personalidad del niño, y su adaptación al medio social, así como su rendimiento escolar.

fotolia_17611302_subscription_xl_4Sin embargo, los papás  deben considerar motivo de preocupación cuando:

Su niño tiene una edad comprendida entre los tres a los cuatros años y su lenguaje es incomprensible para persona conocidas y desconocidas para el niño, que intentan comunicarse con el niño, o cuando el contexto comunicativo es desconocido y no se puede predecir lo que el niño nos quiere transmitir.

Pronuncian los sonidos que se realizan en la parte posterior de la boca como la /k/, por otro sonido que se realiza en la parte anterior de la boca como la /t/, sustituye el sonido /z/ por el sonido /s/, omiten letras al inicio o al final de las palabras dando lugar a errores como los siguientes:

  • Mamá tero i a tasa, en lugar de mamá quiero ir a casa.
  • ¿Dóde etá mi toche?, en lugar de ¿dónde está mi coche?
  • ¡El pego togue mucho!, en lugar de ¡El perro corre mucho!
  • ¡Me guta mucho la zopa!, en lugar de ¡Me gusta mucho la sopa!
  • ¡Dame el tamio gojo!, en lugar de ¡Dame el camión rojo!

Como pueden observar esta situación no es desconocida para muchos papás, que ven como sus hijos ante los intentos de expresar sus deseos no son entendidos, con la consiguiente frustración que implica.

«No podemos olvidar que prevenir las alteraciones del habla es evitar problemas mayores. Si se retrasa el tratamiento será más difícil «solucionar el problema«.

¿Tendrá mi hijo un problema del habla?

No dude en ponerse en contacto con nosotros, le asesoraremos, en caso que sea necesario nos encargaremos de realzar un diagnóstico adecuado y establecer una terapia del habla adaptada a las necesidades de su hijo.

Consejos para que vuestros niños hablen mejor:

  • Adaptar vuestro lenguaje al suyo. No habléis deprisa.
  • Ser un buen comunicador, escuchar al niño lo qué quiere decir.
  • Jugar con el niño, el niño aprende jugando.
  • Buscar un momento al día para ver cuentos y leerlos.
  • Cantar canciones infantiles.
  • Las poesias de Gloria Fuerte estimulan el lenguaje, y fomentan el interés de la lectura.
  • Cuando cometa un error de pronunciación, no le hagáis que lo repita, devolverle la frase bien articulada, añadiendo más palabras para enriquecer su vocabulario.
  •  Realiza onomatopeyas  para imitar los sonidos.
  • Ejercicios de  praxias  son imprencindibles para que los niños articulen bien pues estas actividades se trabaja la tonicidad de la cara y la movilidad de los órganos del habla.
  • Los juegos interactivos, que circulan por internet guiados por los papás, favorecen la atención, la discriminación auditiva, la asociación sonido- imagen, palabra- imagen, aumentan el vocabulario y favorece la formación de frases. No obstante los juegos de toda la vida y las actividades en papel consiguen los mismos beneficios.

A continuación teniendo en cuenta los consejos que os he dejado, os invito a ver este divertido video, ¡seguro que vuestro hijo no se va aburrir, y  va aprender muchísimo!  Este video sirve para estimular el desarrollo del lenguaje, pues con él se consigue trabajar el vocabulario, la asociación sonido-imagen, imagen-palabra, trabajar la formación de frases, la comprensión oral. A a través de las onomatopeyas el niño está realizando una imitación de los sonidos naturales (animales, ruidos del cuerpo, sonidos de la naturaleza), imitando el sonido del objeto o de la acción que está observando o nombrando, por lo que es una manera muy sencilla y divertida para que vuestros hijos pronuncien mejor.

A continuación os dejo otro video precioso, pues aprender a través del juego, es como lo hacen los niños. Con este video se estimula tanto el lenguaje como el habla, es una manera estupenda de trabajar el ritmo, aspecto fundamental en el desarrollo del lenguaje. ¡Disfrutar mucho compartiéndolo con vuestro hijo, y aprender mucho jugando!.

¡No dejéis de ver muestro blog!, en la próximo artículo os hablaré sobre las praxias (ejercicios que se realizan con los diferentes órganos que intervienen en la articulación de las palabras), os dejaré unos prácticos ejercicios. Ya que la realización de las praxias son imprescindibles para tener una adecuada articulación de las palabras.